Un eye tracker es un dispositivo de medición de la posición y el movimiento de los ojos. Los eye trackers se usan en investigación del sistema visual, psicología, psicolingüística y marketing, como un dispositvo de input para la interacción hombre-máquina y en el diseño de productos.

En los últimos años, la creciente sofisticación y accesibilidad a las tecnologías de eye tracking han generado un gran interés en el sector comercial. Las aplicaciones incluyen usabilidad web, publicidad, patrocinios, diseño de envases e ingeniería automovilística. Generalmente, los estudios de eye tracking con fines comerciales consisten en presentar un estímulo a una muestra de consumidores grabando con un eye tracker la actividad del ojo.

Ejemplos de estímulos pueden ser páginas web, programas de televisión, eventos deportivos, películas, anuncios, revistas, periódicos, envases, estanterías, sistemas de consumo (cajeros automáticos, cajas autopago, puntos de información) y software.

Los datos obtenidos pueden ser analizados estadísticamente y representados gráficamente para proporcionar evidencias sobre patrones específicos de visualización. Mediante el análisis de las fijaciones, las sacadas, la dilatación de las pupilas, los pestañeos y otra variedad de comportamientos los investigadores pueden determinar el grado de eficacia de un determinado producto o medio.

Algunas empresas realizan este tipo de investigación internamente, pero hay otras compañías como BrainSigns que ofrecen servicios de eye tracking y análisis.